…que al paso que va no se celebrará.
Un ambiguo e incómodo Rajoy se queda sin respuestas en la entrevista con Gabilondo

Uno no sabe, en este punto, a quién prefiere: al Rajoy adecuadamente adoctrinado a primera hora del día por la COPE de Jiménez Losantos, lanzando mensajes apocalípticos, o al práctico padre de familia que asistió ayer como invitado al programa especial de Gabilondo en Cuatro. Ahora Rajoy quiere ocuparse de lo que «de verdad importa a los españoles», pero ha dejado tras él una cantidad de declaraciones difícilmente justificables. Y del examen con un hueso como Gabilondo sale más que mal parado.
Ambigüedad e hipocresía
Decididamente, la entrevista en Cuatro no pasará a la historia por lo dicho en ella. Un impaciente Gabilondo, importunado continuamente por la ambigüedad y oportunista e hipócrita falta de claridad del líder conservador -«yo soy partidario de luchar por la vida de la gente»; «yo quiero prestigiar la institución familiar»-, dan paso a momentos en que el líder del PP se muestra particularmente incómodo: «Y lo dejamos ahí, si le parece», concluye tras pasar de puntillas por el caso del Severo Ochoa, del que «no tengo suficientes datos».
Lucha antiterrorista
Quien considera que el Estado laico francés «es una tradición» -cuando surge precisamente de la Revolución Francesa, enemiga de la tradición y el estatus quo-, deduce de las últimas acciones del Gobierno en política antiterrorista que Zapatero se acerca «al acuerdo de 2000, al pacto antiterrorista». «No se debe negociar con ETA». Un momento, el de 2000, que llevó a ETA a «estar en su peor momento». Las tesis neoconservadoras cubren todo el panorama de la lucha antiterrorista.
Más constructivo
Este discurso repetido por su partido se reproduce en el ámbito de la economía: «el Gobierno no ha hecho nada y ha vivido de la herencia del PP». No obstante, el líder del PP se muestra más constructivo en esta fase de la conversación: hace falta rebajar impuestos, invertir en I+D y educación…, unas medidas propias del PP que devolverían a España la situación de 2004. A Rajoy le gustaría seguir hablando de economía, pero cuatro años han dado para mucho y también hay que tocar otros temas.
Traspié en inmigración
El peor momento de Rajoy llega con el tema de la inmigración. Tras criticar durísimamente la «regularización masiva de inmigrantes» de Rodríguez Zapatero, Rajoy hace referencia al «efecto llamada», por el cual ahora habría en España «1.000.000 de inmigrantes irregulares». A la pregunta de qué hacer con ellos, Rajoy se limita a guardar silencio y después afirmar «yo no los regularizaría». Gabilondo insiste y espera una propuesta de un líder que no lleva esa importante pregunta preparada.
«Las costumbres de los españoles»
Igualmente confuso se encuentra Rajoy en su exigencia de contrato para los inmigrantes que lleguen, que tendrían que «respetar las costumbres de los españoles». Al preguntársele por cuáles son esas costumbres, Rajoy remite a la Constitución, un conjunto de leyes que la jurisprudencia jamás situaría en el apartado de la costumbre, una cuestión puramente subjetiva y sobre la que resultaría dificilísimo legislar. La propuesta de Rajoy no se sostiene, al menos en televisión y en directo.
Infinitamente más fácil
A partir de este punto, la entrevista se pierde en una marea de rodeos y respuestas incómodas: aborto, matrimonios homosexuales o relaciones con la Iglesia. Al líder popular le resulta infinitamente más fácil criticar al Gobierno que proponer una alternativa. Y Gabilondo percibe todo esto con suma claridad.
Una novedad, por fin
Solo una novedad: Rajoy revela que Aguirre le pidió en privado abandonar la presidencia de la Comunidad de Madrid para ir por las listas para el Congreso. Esto, que contradice a la versión contada hasta ahora, sería solo para «mostrar un fuerte apoyo de cara a las generales».
La primera espina
Con Rajoy resulta difícil obtener respuestas directamente, y más en directo y en precampaña. Contrario a retirar el recurso contra el Estatut y más flexible con la Ley de Matrimonios Homosexuales, Rajoy, a buen seguro, salió ayer del plató de Cuatro con una espinita clavada, que probablemente nunca pueda sacarse.
Andrés Villena Oliver en El Plural
Filed under: Electoralismo, España | Tagged: Cuatro, Gabilondo, PP, Rajoy |
Una dirigencia del PP incapaz de ocultar su dependencia del predicador matutino de las ondas episcopales, el chamán que se llamó a si mismo “referente intelectual de la derecha”. Losantos se ha pasado toda la legislatura haciendo demagogia a propósito de una España sumisa ante el Islám, en la que poligamia y ablación del clítoris acabarán siendo prácticas extendidas y aceptadas.
Y ahora va Don Mariano y lo repite como un papagayo para perplejidad y asombro de un Gabilondo que reclamaba del candidato popular concreción respecto a las costumbres españolas que deben asimilar los inmigrantes. Un Rajoy incapaz, también, de proclamar con convicción la autonomía del Gobierno frente a una cúpula episcopal obstinada en imponer sus creencias y su moral al conjunto de la sociedad.
Con obsceno desparpajo propio de un casino, Arias Cañete reivindica los camareros nacionales que servían con diligencia tostadas de manteca colora y tapas de boquerones en vinagre, para acabar reprochando a las inmigrantes que colapsen la seguridad social cuando solicitan mamografías. Una costumbre, por cierto, que practican regularmente las mujeres españolas atendiendo protocolos básicos de salud público.. Por cierto, del candidato a senador por Albacete, el tal Dimás, sobran comentarios.
Y Pizarro, la gran esperanza blanca. El multimillonario corredor de bolsa que anticipa un escenario económico en la línea de la escuela de Chicago y las fracasadas doctrinas neocons. Un modelo donde el darwinismo social es la idea dominante y que con el pretexto de aligerar el poder del Estado, favorecer la iniciativa privada y dejar el dinero en el bolsillo de los contribuyentes, acaba desarticulando el sistema de protección social. Lo vimos en la Inglaterra thacheriana, en la última etapa de pinochetismo en Chile y durante el actual mandato de George W Bush en EE.UU. Para fiarse de estas gentes.
Ventura Haba en El Plural
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Doncs jo crec que encara s’en va sortir prou bé!
Sbretot si ho comparem amb l’anteriro entrevista que va concedir a Cuatro quan Gabilondo va començar preguntant si al PP manava ell, Aznar o Losantos.
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És que em cau tan malament aquest payo que no li veig gens bo.
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