Gengis Kan (mongol: Чингис Хаан, chino: 成吉思汗 pinyin: Chèngjísī Hàn, turco: Cengiz Han, Cengiz Kaan), también escrito Genghis Khan, Cingiz Jan o, en transcripción española, Chinguis Jan (pronunciación en mongol moderno: /ʧiŋgɪs χaːŋ/ Genghis Khan.ogg ▶ [1] (Delún Boldaq cerca de Chitá c.1162 (?) – Gansu 18 de agosto de 1227), fue un príncipe mongol que unificó a las tribus nómadas de esta etnia del norte de Asia, fundando el primer Imperio Mongol. Su verdadero nombre era Temüjin (cuyo nombre significa «el mejor acero»). Bajo su liderazgo, los mongoles comenzarían una oleada de conquistas que extendería su dominio a un vastísimo territorio ocupando desde Europa Central hasta el sur de Asia. En el marco de esta expansión, las hordas mongolas conquistarían importantes reinos de Asia, como el Imperio Jin del norte de China (1211–1216), el Imperio Tangut, el reino Kara-Kitán y el Imperio de Jorezm.
La transcripción de su nombre mongol a caracteres del castellano sería Chinguis Jaan. La ortografía más habitual de este nombre en las lenguas europeas es «Genghis Khan», ya que en inglés y francés no existe el sonido «j» /χ/, y se representa con kh que tiene valor fonético de /k/ en esas lenguas. Por otra parte, la transcripción española más fiel a la pronunciación mongola sería «Chinguis Jan». El término jan (o kan) etimológicamente significa «príncipe» en persa mientras que la palabra Chinguis significa «océano» o «universal», esto es: «Príncipe Universal, en la época se pensaba que la tierra era una vasta llanura rodeada de agua, por lo que también se le denomina como «señor de todos los océanos» . En alusión a este título, la ciudad de Pekín fue conocida fuera de China por el nombre de Cambaluc (o Janbalic) en la época de dominio mongol (véanse los viajes de Marco Polo o Ibn Battuta).
Biografía
El nombre original de Gengis Kan era Temüjin («El acero más fino»,tamur-ji. la version china es T’ie mou jen, que significa, hombre supremo en la tierra) y nació en un ambiente aristocrático, en una sociedad profundamente “feudal”. Pertenecía al poderoso clan Borjigin y era hijo de Yesugei-Baghatur y por lo tanto nieto de un tal Qabul Kan que había hostilizado las fronteras de la China yurchen y poseído el título de jagan.
Como descendientes de Qabul Kan, el clan de Temuyin tenía un alto rango, aunque no parece haber ejercido un poder muy amplio debido a que los mongoles no eran uno de los pueblos más poderosos en la estepa. Sin embargo, la favorable situación de Temuyin y de su clan se ve truncada por la muerte de Yesugei, envenenado por los tártaros, y el consecuente abandono de los clanes que apoyaban a Yesugei, debido a que por aquel entonces el heredero no tendría más de diez años.
A partir de este momento la familia de Temuyin (él, su madre y sus seis hermanos) se vieron abocados a vivir en la indigencia, alimentándose de la recolección agrícola y de la pesca, agravado esto por la persecución a la que se vieron sometidos por los clanes rivales, especialmente el de los ‘taichi´ut que aspiraba al posible janato dejado vacante por la muerte de Yesugei.
En este período, mediante la participación en razzias y pequeñas incursiones, así como en otras actividades, comenzó a adquirir fidelidades de otros individuos jóvenes, muchas veces en su misma situación, que se unieron a él. Cabe destacar un personaje de bastante importancia que fue Jamuka, un joven de sangre noble que realizó juramento de anda o “hermano jurado” con Temuyin. Es indudable que la posición de Jamuka ayudó en cierta medida a su anda a subir posiciones en la carrera hacia el poder.
Así se comenzó a formar el núcleo de lo que en futuro sería su guardia imperial. Pero más importante que el apoyo de Jamuka fue el de un antiguo aliado de su padre que había sido anda de éste: Toghril, Jan de los keraitas, que le aceptó como un jefe de segunda fila. Su posición ahora favorable, unida al propio magnetismo personal de Temuyin, le proporcionó la adhesión voluntaria de aún más hombres a sus filas.
En este momento se produce un incidente que va a afianzar aún más el poder de Temuyin: su mujer Borte (también Börte o Bortei) es raptada por un clan merkita pero ya entonces Temuyin está en condiciones de pedir apoyo militar y también Jamuka aparece con su clan, de forma que el clan merkita es derrotado y la posición del futuro Gengis Kan afianzada.
Disputas y rivalidades por el poder llevaron a la separación de Jamuka y su anda de tal forma que el primero intentó retirar el apoyo a Temuyin, pero por motivos de linaje, de carisma personal o de mejor posición, muchos clanes bajo el mando de Jamuka se separaron de él para ponerse voluntariamente bajo el mando de Temuyin.
Unificación y expansión.
Al final del siglo XII los yurchen (en China) promovieron una campaña contra los tártaros, a quienes habían utilizado anteriormente para eliminar a Qabul Kan, y que ahora se habían vuelto demasiado fuertes, empezando a resultar una amenaza. Para ello propusieron a los clanes keraitas (bajo el mando de Toghril) luchar contra sus vecinos por el oeste mientras los propios yuchen atacarían por el sur, al lado de su aliado lucharía Temuyin y sus hombres.
Cuando la campaña terminó, los tártaros habían dejado de ser un pueblo independiente y habían sido sometidos al poder de ambos clanes. Los chinos otorgaron títulos a sus aliados, pero en estos se reflejaba una subordinación de Temuyin a Toghril, que recibió el título de Wang (rey). Después de esta importante victoria ambos aliados siguieron sometiendo a una serie de tribus vecinas y ampliando aún más su poder. Y Jamuka, viendo semejante ascensión, reunió una coalición de todas las tribus descontentas o resentidas con Temuyin y su aliado.
El Wang-Jan Toghril, quizás también asustado por el creciente aumento de poder de Temuyin, ahora su anda, o debido a su avanzada edad, comenzó a desarrollar una actitud reacia a colaborar, hasta que esto acabó significando la ruptura. Concretamente, el desencadenante fue la negativa del Toghril a dar a su hija en matrimonio de Jochi (hijo mayor de Temuyin) esto provocó la ruptura y el preludio para la guerra entre ambas facciones. El Wang-Kan se alió con Jamuka y le puso al frente de su ejército. Cuando se produjo el enfrentamiento las divisiones internas entre la facción de Jamuka y Toghril les llevaron a la derrota, así como el abandono de muchos clanes que luchaban a su lado para adherirse voluntariamente a la causa de Temuyin, bajo la que veían mejores posibilidades de futuro.
Se produjo de esta manera la caída de los keraitas y el final de su existencia como clan independiente. Ahora el poder que más directamente competía con el futuro kan eran los naimanos, bajo cuya protección se habían refugiado Jamuka y sus seguidores. Los naimanos no tardaron en ser derrotados y sometidos (aunque bastantes sectores lo hicieron de nuevo de forma voluntaria) y Jamuka fue apresado y muerto. Los restos del clan merkita, que habían sido aliados de los naimanos fueron derrotados por Sübedei, miembro de la guardia personal de Temuyin y personaje que llegaría a ser el más brillante comandante al servicio del Khan.

Imperio Mongol durante sus diversas etapas.
En el año 1206 se celebra un quriltai, a las orillas del río Onon, que tradicionalmente se señala como el punto decisivo en la vida política de Temuyin. En este momento toma el título de khaqan y el nombre de Gengis Kan (Gengis significa “océano”, con lo que quería significar una soberanía tan amplia como el mar que circundaba la tierra, algo así como kan universal). También es en este momento cuando todas las tribus que formaban parte de la confederación pasan a denominarse mongoles y es bastante posible que la Yassak se promulgase en este quriltai.
En un escaso período de tiempo sometió a los oirates y kirguises, también a los uigures. Y una vez asentadas las bases de este gran poder comenzó la verdadera expansión, es decir, la invasión de las grandes potencias sedentarias que limitaban con Mongolia.
Son múltiples las teorías que explican las razones del inicio de esta expansión: se puede explicar por la explosión demográfica que se produjo en Mongolia en el siglo XIII, o bien como consecuencia de una desecación de los pastos que empujase a estas poblaciones a buscar nuevos territorios a los que expandirse, pero probablemente la teoría que mejor explica esta expansión es la que se fundamenta en la propia razón de ser del régimen: las tribus de las estepas estaban unidas principalmente, y como era de esperar de un pueblo guerrero, por la vía militar; si no se le daba a esa formación un objetivo claro la coalición de tribus rápidamente se disolvería como ya había ocurrido en otras ocasiones. Era, por tanto, necesario buscar un enemigo común, y si además podía proporcionar abundante botín y riquezas para todos, mejor. Así, se planteó la gran ambición de los pueblos nómadas de las estepas: la conquista de China.
China estaba dividida en el siglo XII en cuatro reinos, el primero en ser atacado fue el de Hsi-hsia o Xixia.
Los pueblos de la frontera, en principio aliados de los chinos, comenzaban ya por estas fechas a perder su lealtad hacia los chin y tras una serie de duros ataques capitularon y se sometieron al poderío mongol. Es necesario resaltar la minuciosidad de Gengis Kan, el cual siempre, antes de invadir a un pueblo más avanzado, reunía información de forma exhaustiva mediante los habitantes de las fronteras o, la mayoría de las veces, mediante comerciantes, casi siempre musulmanes (a estos que les convenía ver las estepas bajo un solo caudillo). Con este reino sometido Gengis Kan ya tenía una plataforma adecuada para atacar a los yurchen, además estaba ganando una importante experiencia a la hora de combatir ciudades sedentarias fortificadas.
El ataque a los chin se enfocó como un conflicto de carácter nacional y racial en el que los pueblos turco-mongoles se unían contra los pueblos que ocupaban las provincias septentrionales de China. De esta forma los öngutos que custodiaban las fronteras norteñas de los chin y otros pueblos como los ch´i-tan (kitan) se unieron con rapidez a la causa mongola.
Así Gengis Kan llegó hasta Pekín en el 1214, aunque la ciudad fue tomada un año más tarde por Muqali, uno de sus generales, requiriéndose la atención del Gran Jan en el oeste.

Situación del Imperio Mongol en 1227 a la muerte de Genghis Khan.
Poco después el avance mongol en China se detuvo, probablemente debido a dos factores: por un lado la propia visión de Gengis Kan le llevó a la conclusión de que una penetración más profunda en China supondría de su recién creado ejército un esfuerzo demasiado agotador, y además lo dejaba a merced de algunos pueblos nómadas no totalmente “domados” que se situaban en sus flancos y que podían aprovechar el momento para asestar un duro golpe a su imperio, y por otro lado en estos momentos el sur de China se hallaba en un situación bastante más favorable que la zona septentrional, de por sí más débil. El dominio total de China no habría de llegar por tanto hasta los tiempos del nieto de Gengis Kan: Kublai que llegará a ser uno de los más importantes emperadores de China. En estas circunstancias Gengis Jan cesó su avance en China y volvió para eliminar algunos núcleos de resistencia naimana y merkita en la zona del Altai.
El derrotado líder de los naimanos se había refugiado con los restos de su ejército en el reino de Kara-kitai y había sustituido a los turcos musulmanes en el gobierno. En ese momento gran parte de sus vasallos se agregaron voluntariamente a las filas del jan mongol, Küchlüg (el líder naimano) tomó serias represalias contra los traidores y contra muchas facciones islámicas que lo apoyaban. De esta manera aquellos que se habían unido al kan pidieron auxilio y Jebe (otro de los importantes generales de la guardia personal de Gengis Kan) llegó al reino de Kara-kitai con un ejército mongol y fue recibido como un liberador eliminando a Küchlüg en 1218 e incorporando el reino de Kara-kitai al naciente imperio mongol.
Así, por primera vez, el extenso imperio mongol tenía una frontera con el estado musulmán del Jwarizm, gobernado por el sha Ala al-din Muhammad. Éste era un punto comercial muy importante y Gengis Kan había intentado propiciar un libre paso de mercaderes a toda la extensión del imperio, por lo que en un principio no pareció tener intenciones de atacar este estado. Sin embargo, el gobernante de Jwarizm atacó una importante caravana que regresaba de Mongolia y que además llevaba una misión diplomática mongola, negándose más tarde a pagar retribución por el saqueo y asesinato de sus miembros. Esto, y la tentación de hacerse con el control total de las rutas comerciales entre oriente y occidente impulsaron a Gengis Kan a atacar a los musulmanes.
De nuevo, recopilando información de los mercaderes, preparó con gran cuidado su ataque, que dividió en tres grupos. El sha, que no confiaba demasiado en su ejército por diversas disquisiciones internas, había dividido sus contingentes en grupos pequeños, fáciles de asaltar por separado, quizá para asegurarse que no adquiriese demasiado poder el factor militar. Esta falta de cohesión dentro del propio estado musulmán, y la propia actitud del sha, que escapó con su corte en cuanto los mongoles hicieron su aparición, propició una rápida victoria por parte de Gengis Kan y sus generales. Así, asoló Bujara y Samarcanda, que se había convertido en la capital de Jwarezm, mientras dos de sus generales avanzaban sobre otras ciudades al norte y al sur.
El heredero del sha’ Jalal al-Din, por otra parte un genial estratega y bastante apoyado por el pueblo, presentó batalla a los mongoles con el ejército que consiguió reorganizar de su padre y a pesar de enfrentarse al grueso del ejército mongol podía haber hecho algo de no verse envuelto en luchas y rivalidades internas. En este caso también se puede decir claramente que la caída del reino de Jwarezm se debió a inestabilidad interna, principalmente. El avance mongol fue imparable, de forma que cuando el Gran Jan marchó y en el 1223 el reino de Jwarizm había sido completamente conquistado.
Después de esto Gengis Jan se dedicó a reprimir revueltas y a afianzar su poder en el este, en especial en la zona de Hsi-Hsia que se había negado a enviar tropas para la última campaña atisbándose focos de posible rebelión. Estos focos no quedaron exterminados hasta la muerte del Gran Jan en el año 1227.
Los ejércitos de Gengis Kan
Los mongoles eran un pueblo guerrero donde todos los hombres libres (pertenecientes a la aristocracia) se entrenaban para la guerra desde jóvenes y con una tradición de jinetes muy poderosa y muy antigua. Esto, unido a las reformas radicales que introdujo Gengis Kan en la organización del ejército: división de éste en grupos de 10.000, 1.000, 100 y 10 hombres, el empleo de una importante red de mensajeros para enviar sus órdenes, el establecimiento de unos comisarios de logística para suministrar caballos de refresco y equipo, y por supuesto la formación de su guardia personal (compuesta en gran parte por sus hijos y otros familiares) que tuvo un papel clave en toda la historia del Imperio mongol.
Gengis Kan realizó reformas en su ejército que le dieron muchas claves de la victoria militar, reforzó a límites nunca alcanzados en las estepas la disciplina y dividió sus ejércitos en unidades decimales. Aunque ya era familiar a los turcos y a los propios mongoles este sistema, Gengis Kan introdujo una innovación al formar las unidades mezclando etnias y tribus, lo que obviamente mejoró la cohesión interna del ejército en los niveles más fundamentales.
El ejército se componía casi exclusivamente de caballería y más tarde también dispondría de un cuerpo de ingenieros para realizar los asedios. El arco era el arma más efectiva y temida de los mongoles, era un arco pequeño -fácil de usar mientras se marchaba velozmente a caballo- y muy tensado, por lo que las flechas -que poseían en su parte posterior un dispositivo que con el aire emitía un silbido por el cual prácticamente sin ver el arquero mongol sabía la dirección hacia la que apuntaba- fuertemente impulsadas podían atravesar armaduras. Los soldados mongoles solían vestir de forma adecuada para soportar bajas temperaturas y solían ir equipados con todo aquello que les permitiese realizar grandes viajes sin hacer de sus monturas caballos de carga en lugar de animales de guerra. Sabemos que los avíos de la tropa eran rigurosamente inspeccionados y se castigaba a aquellos que mantenían su equipo en malas condiciones.
La comida de campaña solía consistir en el sano yogurt y kumis (leche de yegua fermentada, esto es: una bebida alcohólica) y una bolsa de mijo que duraba varios días.
La formación más habitual de los mongoles consistía en dos líneas de caballería pesada al frente y tres líneas de caballería ligera detrás; ésta se adelantaba y utilizaba sus arcos para después retirarse y dejar paso a la devastadora caballería pesada.
El caballo mongol, derivado del tarpán, era pequeño y enjuto, muy bien adiestrado para la guerra (no olvidemos que se trata de pueblos nómadas con una larguísima tradición como criadores de ganado, incluidos los caballos). Podía alcanzar unos 15 km/h de media y los estribos (probablemente un invento chino) permitían al jinete disparar mientras se desplazaba a gran velocidad. El ejército mongol es máximo ejemplo de efectividad en el manejo y aprovechamiento del predecesor de la guerra mecanizada.
Otro aspecto muy importante en la organización militar de Gengis Kan son las comunicaciones, a las que el gran kan dedicó una atención especial. Construyó yans o puntos de posta para los mensajeros, con comida, bebida y caballos de repuesto. Gengis Kan jamás se embarcó en una campaña sin reunir toda la información que necesitase sobre su enemigo; era frecuente que los espías viajasen en las caravanas comerciales, o que se extrajese la información directamente de los comerciantes.
Un aspecto destacado de la figura de Gengis Kan es su utilización de la guerra psicológica y la implantación de un régimen de terror en muchos de los territorios conquistados. Los mongoles ejecutaron en algunos casos matanzas masivas entre la población de las ciudades conquistadas, y exhibían los resultados de éstas para hacer cundir el pánico entre los habitantes de otros territorios.
Otra de las ventajas estratégicas fundamentales del ejército mongol es el desconocimiento que sus enemigos tenían de ellos, siendo así muy difícil para sus adversarios calcular su número. Se utilizaban estratagemas como montar muñecos en los caballos sobrantes, por ejemplo. Eso, unido a la gran movilidad de los ejércitos esteparios, ponía el factor sorpresa siempre de su lado.
Fuente: Wikipedia.
Imperio Mongol
El Imperio mongol (en mongol: Монголын Эзэнт Гүрэн) fue el imperio de tierras continuas más extenso de la historia.[1] En su apogeo se extendió desde la península coreana hasta el río Danubio.[1]
Instituido por Gengis Kan a partir del año 1206, el imperio llegó a tener una extensión máxima de unos 33 millones de kilómetros cuadrados,[2] incluyendo a algunas de las naciones más avanzadas y pobladas de la época, como China, Iraq, Irán y los países de Asia Central y Asia Menor.
Formación
El guerrero Temudjin unió todas las tribus mongolas bajo su mando hacia el año 1206, cuando se lo proclamó Gran Jan, con el nombre Gengis Kan. En seguida se enfrentó al imperio Jin de los Jurchen y los Xi xia en el norte de China, y, ante la resistencia del Imperio de Jwarizm, fue a Asia Central, devastando la Transoxiana y el oriente de Persia, y penetró en el sur de Rusia y el Cáucaso. Durante la guerra contra Xia Occidental en 1227, Gengis Kan enfermó y murió.
El ejército de Gengis Kan, a pesar de ser relativamente poco numeroso, contaba con una caballería bien preparada, arqueros expertos y disciplina entre sus líderes.[3]
Véase también el texto épico mongol Historia secreta de los mongoles.
Organización.
Disposición militar.
El samurái Suenaga está siendo atacado por flechas y explosivos mongoles. Moko Shurai Ekotoba (蒙古襲来絵詞), c. 1293.
El Ejército mongol fue durante los siglos XII y XIII uno de los mejores del mundo por su movilidad y estrategias, que lo hicieron temible entre sus contemporáneos. Gengis Kan y otros militares mongoles introdujeron varias innovaciones que permitieron a su ejército conquistar vastos territorios aun estando en desventaja numérica durante las batallas que enfrentaron.
El sistema militar mongol se fundamentaba en el estilo de vida nómada de los mongoles. Con el tiempo se sumaron al mismo otros elementos inventados por Gengis Kan, sus generales y sus sucesores. Por otro lado, la tecnología que los mongoles utilizaron para atacar fortificaciones fue adaptada a partir de otras culturas, y consecuentemente se integraron a las estructuras de mando expertos técnicos extranjeros.
Organización de las tropas
Sistema decimal
Gengis Kan organizó a sus soldados en grupos basados en un sistema decimal: 10 (arban), 100 (jaghun), 1,000 (mingghan), 10,000 (tumen), y cada grupo tenía un líder (Noyan). La unión de 2 a 5 Tumen daba lugar a una hordu, o ejército, palabra de la cual se deriva el término horda. Cada hordu estaba bajo el mando del jan o de sus generales (Boyan).
Los líderes en cada nivel de la cadena de mando podían hasta cierto punto ejecutar sus órdenes del modo que les parecía más adecuado. Esta estructura de mando probó ser bastante flexible y efectiva, al permitir al Ejército mongol atacar en masa, dividirse en pequeños grupos para rodear a sus enemigos o llevarlos a una emboscada, o dividirse en grupos pequeños de diez hombres para acabar con un ejército derrotado y en retirada.
Ruptura de las conexiones tribales
Cuando integraba soldados nuevos dentro de su ejército, Gengis Kan los dividía y los ponía a cargo de distintos líderes para acabar con las conexiones sociales o tribales, para así evitar cualquier enemistad inspirada en su etnia o alianzas tribales. En todas sus campañas, los soldados viajaban junto con sus familias. La disciplina se mantenía con severidad, y hasta las menores infracciones eran fuertemente castigadas; cada líder de unidad era responsable de la preparación y entrenamiento de sus soldados, y era reemplazado si se consideraba que no cumplía con su trabajo. Los ascensos en el ejército se basaban únicamente en el mérito de cada persona (con la excepción de los parientes de Gengis Kan, a quienes se les otorgaba los más altos puestos de comando).
Tropas y armas
Entrenamiento y disciplina
La mayoría de ejércitos europeos consistían en unos pocos soldados profesionales, aparte de caballeros, y un gran número de plebeyos o milicianos. De ellos, sólo los caballeros y los pocos soldados profesionales entrenaban regularmente, y su entrenamiento enfatizaba el combate individual, en perjuicio de las tácticas de combate en grupo. En contraste, los ejércitos mongoles constantemente practicaban la equitación, la arquería y las tácticas de unidad, así como también distintas formaciones y rotaciones. Este entrenamiento se mantenía por medio de una disciplina dura, pero razonable.
Los oficiales, por lo general, podían cumplir sus órdenes como mejor les pareciera, siempre y cuando lo hicieran lo más pronto posible y los objetivos del plan trazado por sus superiores fueran logrados. No obstante, todos los miembros del ejército debían ser incondicionalmente leales entre sí, y sobre todo leales al Kan. Si un soldado huía del peligro en medio de la batalla, tanto él como sus nueve compañeros del mismo arban eran sentenciados a pena de muerte.
Un método único que usaban los mongoles para entrenar fueron las grandes excursiones de caza organizadas anualmente en las estepas. Los jinetes mongoles formaban un gran círculo, y obligaban a todo tipo de animales a ir al centro; después, a la orden de su comandante, empezaban a matarlos. Si un cazador mataba a cualquier animal antes de tiempo, o si dejaba que un animal escape del círculo, era castigado. Este era un excelente modo de entrenar, pues además de practicar las maniobras dinámicas que usaban en el campo de batalla, se divertían por medio de la caza, y también reunían grandes cantidades de comida para banquetes masivos.
Armaduras
Los caballeros europeos que enfrentaron a los mongoles a menudo utilizaban armaduras pesadas, que podían ser penetradas por el arco compuesto mongol. Cuando los caballeros eran golpeados por flechas que penetraban su armadura, tenían la difícil tarea de remover la flecha clavada en su armadura y cuerpo. Al quitarse la armadura o la flecha a menudo agravaban la herida. Por el contrario, muchos de los soldados mongoles utilizaban armaduras ligeras sobre camisas de seda. Al ser golpeados por una flecha, la seda envolvía a la flecha y penetraba en la herida con ella. Bastaba halar con suavidad la seda alrededor de la flecha para quitársela sin causar mucho daño al soldado. Asimismo, los caballos mongoles, que no tenían armadura y eran montados por jinetes de armadura ligera, tenían una mayor resistencia que los caballos de los europeos.
Caballería
Los mongoles, bajo el liderazgo de Gengis Kan y sus descendientes, tuvieron las mejores tropas de caballería ligera y arqueros a caballo. Seis de cada diez soldados mongoles eran arqueros a caballo, y los cuatro restantes eran lanceros, mejor armados. Los soldados de caballería ligera mongoles, llamados Keshik, eran asimismo extremadamente rápidos comparados con las fuerzas de caballería de otros ejércitos. Esta cualidad les permitió practicar tácticas y falsas retiradas que resultarían poco prácticas para un enemigo menos ligero (como por ejemplo los caballeros europeos). Por lo general los soldados también portaban hachas y cimitarras.
Los caballos mongoles son relativamente pequeños pero extremadamente resistentes, razón por la cual los mongoles podían recorrer grandes distancias con rapidez, a menudo sorprendiendo a sus enemigos, llegando a su encuentro varios días, incluso semanas, antes de lo previsto. Como las fuerzas de caballería de los otros ejércitos portaban armaduras pesadas, los mongoles, con sus armaduras ligeras podían superarlos en velocidad. Todos los caballos mongoles estaban equipados con estribos. Los estribos habían sido inventados por los hunos, pero permanecieron desconocidos para el resto del mundo. Gracias a ellos los mongoles podían pararse sobre su montura.
Arquería
Las armas principales de los mongoles fueron sus arcos. Siempre llevaban al campo de batalla varios de estos y muchas flechas (cerca de 60 por soldado) con puntas de hierro. El disparo de estos arcos, a corta distancia, podían llegar a atravesar una cota de malla, usando flechas especiales. Según ciertos historiadores, existían tres calibres de flechas.
El arco más parecido al de los mongoles era el arco largo inglés, que tenía el mismo peso y alcance, pero era el doble de grande. Otro arco medieval, la ballesta, tardaba mucho más en ser disparado. El tamaño pequeño del arco mongol no sólo permitía a los mongoles usarlo montando a caballo, sino también dispararlo en cualquier dirección mientras galopaban. Los mongoles disparaban sus arcos en sincronía con el galope de sus caballos, para un tiro suave y estable, proporcionado en gran medida por su singular forma.
Estrategia
La filosofía militar de Gengis Kan en general era derrotar a sus oponentes con el menor riesgo y costo para los mongoles, y para lograrlo confiaba en sus leales soldados y generales electos por meritocracia. Una de las tácticas más frecuentemente utilizadas por los mongoles fue la retirada fingida. En medio de la batalla, una o más unidades mongolas se retiraban repentinamente, dando a su rival una falsa confianza. Después, al perseguirlos, los soldados enemigos se veían rodeados por soldados mongoles que rápidamente procedían a bañarlos con flechas. Los mongoles evitaban el combate cuerpo a cuerpo, y preferían luchar a distancia usando sus arcos.
Planificación
Antes de invadir un área enemiga, Gengis Kan y sus generales hacían sus preparativos en un Kurultai, o concejo militar, para decidir cómo conducir la guerra inminente y cuáles generales iban a participar en ella. Mientras lo hacían, los mongoles acumulaban exhaustivamente a través de su sofisticado sistema de inteligencia cuanta información pudieran de sus oponentes, con la cual se podía calcular el curso de las hostilidades. A partir de ese plan de campaña, decidían cuántas tropas iban a necesitar. Así, por ejemplo, antes de invadir Europa, Batu Jan (nieto de Gengis Kan) y el general Subotai enviaron espías al corazón de Europa, quienes hicieron mapas de los antiguos caminos romanos, establecieron rutas de comercio, y determinaron la capacidad de cada principado para resistir una invasión.
Movilidad
Los soldados mongoles eran bastante ágiles comparados con sus contrapartes de otros ejércitos. Esto derivó en un mejor escudriñamiento del terreno y aprendizaje de rutas, una rápida asimilación del conocimiento local de cada territorio y el reconocimiento de los mejores lugares para colocar trampas en el campo de batalla. La superior movilidad de los mongoles junto con su excelente organización política y militar (que estaba basada en la velocidad de la caballería) dio lugar a una compleja y eficaz red de inteligencia y comunicaciones, que les permitió a los mongoles siempre contar con el campo de batalla a su favor.
Guerra psicológica
Gengis Kan utilizó con éxito la guerra psicológica en muchas de sus batallas, especialmente al sembrar el terror y el miedo en los pueblos y ciudades. Él siempre ofrecía a sus enemigos la oportunidad de rendirse y pagar tributo, pero si su oferta era rechazada, invadía y exterminaba los pueblos y ciudades, dejando vivos a los ingenieros, si los había, para incorporarlos a su ejército, y a unos pocos civiles vivos para huir y contar sobre su pérdida y desgracia en otros lugares. Al conocerse que el ejército Gengis Kan había acabado despiadadamente con toda resistencia, se les hacía más difícil a los soberanos de otras tierras convencer a sus súbditos para que se resistan. Si un poblado se rendía pacíficamente, Gengis Kan lo dejaba intacto y les garantizaba protección, pues le podían proveer de recursos para futuras campañas.
Tácticas en campo abierto
Los mongoles eran muy buenos ejecutando la retirada fingida, tal vez la táctica de campo abierto más difícil de lograr. Pretendiendo estar desordenados y derrotados, huían del campo de batalla, y cuando el enemigo caía en la trampa y los perseguía, regresaban y los mataban a placer.
Los tomen por lo general avanzaban en un frente amplio, de cinco líneas de profundidad. Las primeras tres líneas estaban conformadas por arqueros a caballo, y las dos últimas de lanceros. Cuando localizaban una fuerza enemiga, los mongoles evitaban cualquier tipo de asalto frontal atolondrado o riesgoso, a diferencia de sus contrapartes de Europa o el Medio Oriente. Preferían distraer al enemigo por medio de escaramuzas, mientras la fuerza principal del ejército buscaba flanquear o rodear al rival. Lo primero que hacían los mongoles era atacar por medio de sus arqueros a caballo. Éstos arqueros nunca se quedaban sin municiones, pues los seguían de cerca camellos cargados con flechas.
Para evitar la lluvia de flechas, los enemigos usualmente se separaban o buscaban refugio, rompiendo sus formaciones y por lo tanto, haciéndolos más vulnerables a la carga de los lanceros. Por otro lado, cuando se juntaban mucho eran más vulnerables a las flechas de los mongoles. Cuando consideraban que el enemigo estaba lo suficientemente debilitado, los noyan daban la orden a los lanceros para que inicien su carga contra el enemigo. A menudo los daños causados por las flechas eran suficiente para provocar la retirada del ejército enemigo, así que los lanceros apenas eran necesitados para ayudar a perseguir a los sobrevivientes.
Cuando se enfrentaban con ejércitos europeos, que ponían énfasis en la caballería pesada, los mongoles procuraban evitar el combate cuerpo a cuerpo, prefiriendo atacar a la distancia con sus arcos. En los casos excepcionales cuando la armadura de los caballeros resistía las flechas enemigas, los mongoles sencillamente mataban a sus caballos, dejando a los caballeros acorazados a pie, incapaces de recorrer largas distancias. En la Batalla de Mohi los mongoles dejaron una brecha en sus filas, tentando a los húngaros a huir a través de ella. Al hacerlo, terminaron dispersos en campo abierto y fueron blanco fácil para los arqueros a caballo mongoles, mientras los lanceros los mataban a placer mientras huían. En la Batalla de Liegnitz, los pocos caballeros Teutónicos, Templarios y Hospitalarios que pudieron resistir a los mongoles a pie les causaron fuertes bajas, pero al final todos perecieron. Los mongoles se limitaron a aceptar sus bajas, y destruyeron a los caballeros, quienes se hallaban en inferioridad numérica.
Cada vez que podían, los comandantes mongoles buscaban el terreno más alto, desde el cual podían tomar decisiones basándose su mejor visión del campo de batalla mientras los eventos ocurrían, y también contaban con más seguridad y facilidad para defenderse. Es más, al estar en terreno elevado, era más fácil para sus fuerzas obedecer las órdenes dadas a través de banderas que si estuvieran en terreno llano. A diferencia de los ejércitos europeos, que daban mucha importancia al valor personal y así exponían a sus líderes a morir a manos de cualquiera lo suficientemente resoluto a matarlos, los mongoles protegían a sus líderes. Un general como Subotai, incapaz de montar a caballo durante sus últimos años, debido a su edad y su obesidad, podía haber sido ridiculizado por cualquier ejército europeo de la época; no hubiera sido ni respetado ni obedecido. Pero los mongoles reconocían y respetaban su genio militar a pesar de sus defectos, y lo transportaban con orgullo en una carreta.
Tácticas de asedio
Los mongoles eran expertos realizando asedios, a menudo cambiando el curso de los ríos e impidiendo el abastecimiento de comida a las ciudades. También enviaban refugiados a las ciudades que aun no habían conquistado, para consumir sus recursos.
Catapultas y máquinas – La tecnología era una de las facetas importantes del estilo de hacer la guerra de los mongoles. Así, Gengis Kan usó muchas veces armas de asedio. Éstas eran desmanteladas y transportadas en caballos para ser reconstruidas en el sitio de la batalla. Los ingenieros que construían las máquinas de asedio eran reclutados entre sus cautivos, la mayoría de ellos de China y Persia. Cuando masacraban a una población entera, casi siempre perdonaban a los ingenieros y técnicos, rápidamente sumándolos a sus ejércitos.
Una vez que la batalla principal o el asedio terminaba, el Ejército mongol perseguía al líder enemgo hasta matarlo, para prevenir que reagrupe en torno a él a su ejército después de la guerra. Aun cuando muchas veces los líderes enemigos escapaban al darse cuenta de que con seguridad perderían la guerra, los mongoles los perseguían hasta asegurarse de que hayan muerto.
Los Kharash – Un componente esencial de las tácticas mongolas era el uso de los Kharash, es decir, aquellos residentes locales que eran utilizados como escudos humanos por los mongoles durante los asedios.
Logística
El sistema mongol de logística se destacaba por ser móvil y práctico. La mayoría de unidades eran autosuficientes a corto plazo. Los mongoles, por ser nómadas, dependían mucho del suelo, razón por la cual asaltaban y robaban a los civiles y ciudades en su camino. Cada jinete mongol contaba con tres o cuatro caballos, para no cansarlos, y en su mayoría eran yeguas, de modo que podían subsistir a base de su leche cuando surgía la necesidad.[1] En casos de extrema necesidad, el guerrero mongol era capaz de beber cierta cantidad de sangre de sus caballos.
Cuando tenían que transportar equipo pesado, utilizaban carretas y vagones, muy bien organizados. Cuando tenían que comunicarse, contaban con una especie de sistema postal montado (salvando las diferencias, la idea es parecida a la de los chasquis incas). En el campo de batalla, se comunicaban por medio de banderas. El principal factor logístico que limitaba su avance era tener que encontrar suficiente agua y alimentos para sus animales. En todas las campañas, los soldados llevaban a sus familias consigo.
Cómo vencerlos
El rey Béla IV de Hungría descubrió cómo evitar ser conquistados por ellos: los castillos. Los mongoles eran buenos en los asedios, pero en Asia las ciudades tenían poca fortificaciones y simples. Al llegar a un castillo europeo, las grandes defensas hacían que se expusieran a un ataque, y reducía su movilidad. Béla construyó una gran red defensiva de castillos tras ser aniquilada un tercio de la población húngara y el país casi aniquilado tras la batalla de Mohi. Ésta red defensiva les protegió también de los turcos, pero no como lo hizo contra los mongoles.
Referencias
- ↑ Morris, Rossabi (octubre 1994). All the Khan’s Horses (PDF) 2. Consultado el 2007-11-21.
- Amitai-Preiss, Reuven. The Mamluk-Ilkhanid War, 1998
- Chambers, James, The Devil’s Horsemen: The Mongol Invasion of Europe
- R.E. Dupuy and T.N. Dupuy, The Encyclopedia Of Military History: From 3500 B.C. To The Present. (2nd Revised Edition 1986)
- Hildinger, Erik, Warriors of the Steppe: A Military History of Central Asia, 500 B.C. to A.D. 1700 *Morgan, David — The Mongols, ISBN 0-631-17563-6
- Jones Archer ., — Art of War in the Western World [1]
- May, Timothy. «The Mongol Art of War.» [1] Westholme Publishing, Yardley. 2007.
- Nicolle, David, — The Mongol Warlords Brockhampton Press, 1998
- Charles Oman, The History of the Art of War in the Middle Ages (1898, rev. ed. 1953)
- Saunders, J.J. — The History of the Mongol Conquests, Routledge & Kegan Paul Ltd, 1971, ISBN 0-8122-1766-7
- Sicker, Martin — The Islamic World in Ascendancy: From the Arab Conquests to the Siege of Vienna, Praeger Publishers, 2000
- Soucek, Svatopluk — A History of Inner Asia, Cambridge, 2000
- Verbruggen, J.F., — The Art of Warfare in Western Europe during the Middle Ages, Boydell Press, Second English translation 1997, ISBN 0851155707
Fuente: Wikipedia
Yasa
Gengis Kan tenía un código de leyes llamado Yasa, que reunia tradiciones del pueblo, además de sus pensamientos e inquietudes sobre cómo debía ejercerse el gobierno.[4] Bajo el mandato de Gengis Kan, todos los individuos (siempre y cuando fueran nómadas) y las religiones eran consideradas iguales por la ley mongola, mientras que eran discriminados los pueblos sedentarios, en especial los chinos. Permitía el uso de la tortura y exoneraba a los médicos del pago de impuestos.
El Yasa era escrito en rollos de papel almacenados en volúmenes que sólo podían ser vistos por el Jan o sus asesores más cercanos, aunque las reglas que contenía eran ampliamente conocidas por todos y respetadas.
Gengis Kan también creó un amplio sistema postal para enviar órdenes gubernamentales y reportes. En vista de la diversidad étnica, religiosa y tribal tanto de los civiles como de los militares en el imperio mongol, Gengis Kan insistió que toda lealtad debía dedicarse a él como Gran Jan y en nadie más. Se esperaba la obediencia de los más pobres hacia los más ricos.
Meritocracia
Gengis Kan prefería reinar a través de las aristocracias locales, aunque si éstas se le oponían no tenía reparo en eliminarlas. Sin embargo, entre los mongoles, aplicó una meritocracia:[1] los títulos y cargos eran asignados teniendo en cuenta el valor mostrado en la batalla o la lealtad, en contraposición del antiguo sistema de herencia a través de la familia.
Libertad de culto
En el imperio mongol coexistían muchas religiones distintas con un grado limitado de libertad de culto. Con el pasar de los años Gengis Kan comenzó a desarrollar un intenso interés por las religiones que recorrían la Ruta de la Seda pues estaba convencido de que en ellas podría encontrar, mediante hechizos y ritos mágicos, el secreto de la inmortalidad. En consecuencia, se concedió libertad de culto total y se exoneró a los sacerdotes del pago de impuestos. Esto dio como resultado que la Ruta de la Seda se convirtiese en un foro de diálogo inter-religioso como nunca antes había existido en la Historia de la Humanidad.
Comercio
Los mongoles valoraban sus relaciones comerciales con los países vecinos, y mantuvieron su política de apertura al comercio durante sus conquistas y expansión. Todos los mercaderes y embajadores que tuvieran la documentación adecuada y autorización, eran protegidos mientras viajaban por sus dominios, razón por la cual se intensificó el comercio terrestre, del Mediterráneo a China, a través de rutas bien mantenidas y transitadas ya que no había miedo a los bandidos. Sin embargo, los mongoles no tuvieron mucha influencia en el comercio marítimo.
Después de Gengis Kan
Tras la muerte de Gengis en el año 1227, sus sucesores, bajo el segundo jan, Ugedei, continuaron la expansión. Esta expansión incluyó a Persia, acabó con los Xia y los restos de los Jwarizm-Shah, y condujo a un conflicto con la dinastía Song de China meridional, comenzando una guerra que no acabó hasta el año 1279 en el cual se produjo la ocupación total del país y la reunificación del gobierno de China bajo los mongoles. A finales de la década de 1230, los mongoles, bajo el mando de Batu Jan invadieron Rusia, provocando la muerte de alrededor de la mitad de la población local,[5] para luego reducir la mayoría de sus principados al vasallaje.
En el año 1241, tras haber derrotado a los ejércitos polaco y alemán en la batalla de Liegnitz, a los húngaros en la batalla del Sajo y a punto de lanzarse a la conquista de toda Europa, campaña que se prometía exitosa, tuvieron que volver a Mongolia para elegir al siguiente jan,[6] tras la muerte de Ugedei, si bien devastaron grandes áreas de Europa Oriental, incluidas Polonia, Lituania, Hungría, Croacia y Bulgaria.
Durante el año 1256, el nieto de Gengis Kan, Hulagu, partiendo desde la base mongola en Persia, conquistó el califato Abasida en Bagdad y destruyó el culto a los hashshashin, entrando por Siria y Palestina hacia Egipto. Pero el jan Möngke (su hermano) murió, por lo que Hulagu tuvo que volver para la elección de nuevo jan, y las fuerzas que había dejado como guarnición en Palestina al mando del general Kitbuqa fueron derrotadas por los mamelucos bajo el mando del sultán egipcio Kutuz y su general Baibars en el año 1260 en Ain Jalut.
Durante el reinado de Kublai Jan (hermano de Möngke y de Hulagu), el imperio empezó un proceso de división en varios Janatos más pequeños. Kublai se dedicó a la guerra contra la dinastía Song, consiguiendo el dominio sobre China, y a la region le llamo Manzi, mientras que los kanatos occidentales iban separándose progresivamente.
La rivalidad entre las tribus (producida por el complicado proceso de sucesión, el cual paralizó dos veces operaciones militares importantes y remotas como las de Hungría y Egipto, desbaratando campañas que se anunciaban victoriosas) y la tendencia de algunos kanes a beber en demasía hasta el punto de producirles la muerte (como fue el caso de Kuyuk), causó crisis sucesorias que aceleraron la desintegración del Imperio.
Decadencia
La decadencia del imperio mongol se dio por diversos factores, entre los cuales destacan los siguientes:
- Rivalidad tribal y crisis sucesorias: La estructura tribal del imperio mongol era relativamente frágil, y se mantenía cohesionada por la figura temible de Gengis Kan. Cuando murió, el Imperio, por su gran extensión, inevitablemente terminó por dividirse. Aquella división salvó a muchos pueblos de la amenaza que les representaba los mongoles, en especial a los habitantes de Europa. Por ejemplo, las disputas por la sucesión, hicieron que los mongoles se retiraran de Europa Central.
- Asimilación de las culturas conquistadas: Los mongoles, un pueblo que alcanzó el éxito militar por su condición de nómadas, asimilaron la cultura de los países conquistados, y rápidamente fueron absorbidos por los mismos. Además, su éxito creó divisiones, y pronto los mongoles comenzaron a pelear entre sí por los botines conquistados.
- Modelo militar anticuado: A pesar de que las tácticas que utilizaron los mongoles los volvieron casi invencibles, pronto mostraron sus limitaciones cuando el ejército mongol se hallaba en terrenos adversos. El ejército mongol se fundamentaba en los ataques en masa de su caballería ligera, ataques que no podían realizar cuando el terreno no permitía las maniobras a caballo. Así, por ejemplo, conquistaron las rutas y ciudades principales de Afganistán, pero nunca pudieron pacificar las regiones montañosas. Tampoco tuvieron éxito al intentar practicar la guerra naval, por ser un pueblo que durante mucho tiempo no tuvo acceso al mar. Este aspecto tuvo hasta cierto punto incidencia en la derrota de los mongoles al intentar conquistar el Japón.
- Desarrollo de la agricultura y carencia de efectivos militares: A pesar del extenso territorio que los mongoles tenían bajo su poder, contaban con un número de efectivos militares limitado. Eran muy pocos los jinetes y caballos lo suficientemente fuertes y hábiles como para formar parte del ejército, ese número iba disminuyendo conforme los mongoles se alejaban de su lugar de origen. Por último, el avance de la agricultura y su incursión en las estepas redujo la base económica que sustentaba la producción de los soldados y caballos.
- Uso de la pólvora: Finalmente, el uso de la pólvora en armas de fuego cambió el modo de hacer la guerra, y volvió anticuado el uso de las tropas de caballería, el fuerte de los mongoles, no sólo en Asia sino también en otras partes del mundo.
Legado
Entre los imperios resultantes del imperio mongol están el formado por la dinastía Yuan (de fundación mongola) en China y la Horda de Oro que controló Asia Central y Rusia meridional.
Notas
- ↑ a b c Mongolia se encomienda a Gengis Jan (en español). diario El País 18.08.2007 (2007). Consultado el 19/06/2008.
- ↑ http://www.eeb.uconn.edu/people/turchin/PDF/Latitude.pdf
- ↑ Imperio mongol (en español). Encarta (2008). Consultado el 19/06/2008.
- ↑ Gengis Khan, amo y señor de todos los oceános (en español). diario El Mundo 6/2/2005 (2005). Consultado el 19/06/2008.
- ↑ History of Russia, Early Slavs history, Kievan Rus, Mongol invasion
- ↑ 1241: Os mongóis na Europa (en portugués). Deutsche Welle (2007). Consultado el 19/06/2008.
Fuente: Wikipedia
Para el imperio que dominó India entre principios del siglo XVI y mediados del siglo XIX, véase Imperio mogol.
El imperio mogol (Urdú: مغل باد شاہ, Mughal Baadshah) del subcontinente indio fue fundado por el líder mongol Babur en 1526, tras derrotar al último de los sultanes de Delhi, Ibrahim Lodi, en la batalla de Panipat. La palabra «mogol» es una versión indo-aria de la palabra «Mongol».
El imperio fue prácticamente conquistado por el líder afgano Sher Shah durante el reinado de Humayun. Más tarde, con Akbar en el poder, el imperio creció de forma considerable y siguió creciendo hasta el final del reinado de Aurangzeb. A la muerte de Aurangzeb en 1707, el imperio inició un lento pero imparable declive, aunque mantuvo el poder en el subcontinente indio durante 150 años más. El Imperio Británico terminó con el mogol en 1857.
Este Imperio mogol (que dominó la India entre principios del siglo XVI a mediados del siglo XIX) no se debe confundir con el Imperio mongol (que dominó toda Asia entre el siglo XIII y el XIV).
Historia
Principales emperadores mogoles | ||||||||||||
Nombre | Inicio reinado | Fin reinado | ||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Babur | 1526 | 1530 | ||||||||||
Humayun | 1530 | 1556 | ||||||||||
Akbar | 1556 | 1605 | ||||||||||
Jahangir | 1605 | 1627 | ||||||||||
Sha Jahan | 1627 | 1658 | ||||||||||
Aurangzeb | 1658 | 1707 |
Establecimiento del imperio y reinado de Babur
A principios del siglo XVI, descendientes de los mongoles, turcos, persas y afganos invadieron la India bajo el liderazgo de Zahir-ud-Din Babur. Babur era el bisnieto de Tamerlán quién había invadido la India en 1398 y que fue también durante un breve periodo de tiempo líder de un imperio con capital en Samarkanda. Babur estableció en un inició su gobierno en Kabul, en 1504; más tarde (1526-1530) se convirtió en el primer gobernante mogol. Su intención era la de extender su poder más allá del Punjab donde ya había realizado un importante número de incursiones. La invitación por parte de un líder afgano en el Punjab le dio la oportunidad de llegar hasta el corazón del sultanato de Delhi, gobernado por Ibrahim Lodi.
Babur entró en la India en 1526 junto a un ejército de veteranos compuesto por 12.000 hombres. Se enfrentaron al ejército del sultán, 100.000 hombres con poca experiencia y mucha desunión. Babur venció al sultán en la batalla de Panipat, a unos 90 kilómetros al norte de Delhi. Un año más tarde derrotó a una confederación rajput dirigida por Rana Sangha. Babur murió en 1530 antes de poder consolidar sus triunfos militares. Dejó escrito un libro de memorias, conocido como Baburnama, diversos jardines en Kabul y Lahore y unos descendientes que culminarían su deseo de establecer un imperio en la zona.
El reinado de Humayun
Babur fue sucedido por su hijo Humayun que tuvo que enfrentarse con numerosos problemas. Sufrió el ataque por parte de las tropas afganas lideradas por Sher Shah y tuvo que exiliarse a Persia, país en el que pasó casi 10 años. En 1545 consiguió conquistar Kabul y reanudó las reivindicaciones sobre la India; tarea que resultó más fácil con el debilitamiento del poder afgano en la zona tras la muerte de Sher Shah en mayo de 1545. Humayun retomó el control de Delhi en 1555.
El reinado de Akbar
Humayun murió en 1556 dejando el trabajo de consolidar el imperio a su hijo de trece años Jalal-ud-Din Akbar. Tras la decisiva victoria en la segunda batalla de Panipat en 1556, el regente Bayram Khan siguió una vigorosa política de expansión. Tan pronto como Akbar alcanzó la mayoría de edad empezó a liberarse de las influencias de los ministros y la corte y demostró su propia capacidad de liderazgo. Era un adicto al trabajo y no dormía más de tres horas al día. Supervisaba personalmente la implementación de sus políticas administrativas, espina dorsal del imperio mogol durante más de 200 años. Siguió conquistando, anexionando y consolidando un territorio que se extendía desde Kabul al noroeste, Cachemira al norte, Bengala al este y más allá del río Marmada en la zona central de India. Su imperio era sólo comparable al que 1800 años atrás había consolidado el Imperio Maurya.
Los métodos de administración de Akbar afianzaron su poder sobre la aristocracia Afghana y Turca y sobre los intérpretes de la ley islámica, la Ulama. Creó un servicio imperial el cual se basaba en habilidad y no en clase social. Sus servidores eran remunerados en dinero y no en tierras y no tenían derecho de herencia, de forma que se centralizaba el poder en el estado y aseguraba su supremacía. Las funciones políticas y militares estaban separadas de las de cobro de impuestos, las cuales recaían bajo los funcionarios del tesoro del imperio. Este sistema administrativo, llamado mansabdari, se basaba en la lealtad y el pago en dinero, lo cual era la base del Imperio Mogol.
Akbar inició en 1571 la construcción de una ciudad amurallada cerca de Agra llamada Fatehpur Sikri. Se construyeron palacios para cada una de las reinas, un extenso lago artificial y suntuosas fuentes de agua. Sin embargo, la ciudad tuvo una vida muy corta y la capital se trasladó a Lahore en 1585. La razón de este cambio fue la falta de agua en Fatehpur. En 1599 Akbar devolvió la capitalidad a Agra, ciudad desde la que gobernó hasta su muerte.
Siendo un astuto gobernante, Akbar apreciaba los desafíos que suponían administrar un imperio tan extenso. Introdujo una política de asimilación de los hindúes que representaban la mayoría de la población. Reclutó a diversos jefes hindúes y les premió con altos cargos en el gobierno; fomentó los matrimonios entre los mogoles y la aristocracia rajput; permitió la construcción de nuevos templos; participó personalmente en festivales hinduistas; y abolió la jizya, un impuesto que se aplicaba a los no musulmanes. Por otra parte se declaró juez supremo de todas las disputas derivadas de la interpretación del Korán y la Sharia.
Akbar fundó una nueva religión, llamada Din-i-Ilahi (Fe divina) que fusionaba parte de los principios del hinduismo, el Islam y otras religiones. La nueva religión era compatible con otras en la medida que se demostrara lealtad al emperador. En el fondo, sin embargo, esta nueva religión ofendió profundamente a los musulmanes ortodoxos. El principio de que el Islam era la religión suprema se vio comprometido. La Ulama perdió influencia. La conciliación entre las religiones y la tolerancia hacia los hinúes y musulmanes no ortodoxos causó una reacción entre los musulmanes Sunni. Por otra parte, Akbar introdujo otros cambios. Animó a las viudas a casarse de nuevo, fue contrario a los matrimonios entre niños y persuadió a los comerciantes de Delhi de dedicar días especiales de los mercados para las mujeres, hasta entonces recluidas en sus hogares. Al final del reinado de Akbar, el imperio mogol se extendía por la mayor parte de la India.
La tolerancia religiosa ocasionó un movimiento de rebeldía por parte de los musulmanes Sunni. En la lucha fraticida que precipitó la caída del reinado del nieto de Akbar, Shah Jahan, en 1658, la aristocracia repaldó a un austero comandante llamado Aurangzeb en la pugna contra su hermano Dara Shikoh, al cual venció y mandó decapitar en 1662.
Los reinados de Jahangir y Sha Jahan

El Taj Mahal construido por el emperador Shah Jahan.
El imperio mogol bajo los gobiernos de Jahangir y Sha Jahan se caracterizó por la estabilidad política, una fuerte actividad económica, hermosas pinturas y edificios monumentales. Jahangir se casó con una princesa persa de nombre Noor Jehan (Luz del mundo) que se convirtió en el personaje más importante de la corte después del emperador. Como resultado de ello, poetas, artistas y oficiales persas encontraron asilo en la corte mogol. El número de oficiales improductivos, la corrupción y la excesiva representación persa terminaron con la imparcialidad de la corte. Jahangir promovió las conversiones al Islam; persiguió a los seguidores del Jainismo y ejecutó al gurú Arjun Dev miembro de los sikhs. El interés de la emperatriz en asegurar el trono a un príncipe de su elección hizo que Sha Jahan se rebelara en 1622. Ese mismo año los persas tomarón Kandahar en el sur de Afganistán lo que significó un revés en el prestigio del imperio mogol.
Entre 1636 y 1646, Sha Jahan envió los ejércitos mogoles a conquistar Deccan y otras zonas al noroeste del imperio. Aunque sirvieron para demostrar la capacidad militar, estas campañas drenaron la economía del imperio. El estado se convertía cada vez más en una máquina militar y los nobles se multiplicaban lo que aumentaba la demanda de ingresos. La unificación política y el mantenimiento de la ley y el orden en un territorio tan extenso fomentó la aparición de grandes centros del comercio y la artesanía como Agra, Lahore, Delhi y Ahmadabad. Estos centros estaban conectados por carreteras y caminos fluviales hasta otros puertos o lugares más lejanos. El mundialmente famoso Taj Mahal se construyó en Agra durante el reinado de Sha Jahan como tumba para su amada esposa Mumtaz Mahal. Este monumento simboliza tanto la arquitectura mogol como los excesivos gastos que se producían en un momento en el que la economía estaba en recisión. La posición económica de campesinos y artesanos siguió sin mejorar ya que la administración fue incapaz de conseguir cambios en la estructura social.
El reinado de Aurangzeb y declive del imperio
Portal:India Contenido relacionado con India.
El último de las grandes emperadores mogoles fue Aurangzeb que llegó al trono tras asesinar a todos sus hermanos y meter en prisión a su padre, Shah Jahan. Durante los 50 años que duró su reinado el imperio alcanzó su máxima extensión territorial pero mostró también inevitables síntomas de declive.
La burocracia creció de forma desmesurada y corrupta y el ejército quedó atrasado en armamento y tácticas militares. Aurangzeb restableció la ortodoxia musulmana y adoptó duras políticas contra los musulmanes que no demostraban plenamente su fe.
El emperador se vio envuelto en una serie de guerras: se enfrentó contra los Pathans en Afganistán; los sultanes de Bijaour en Golkonda y Deccan; los Marathas en Maharashtra y los Ahoms en Assam. Las revueltas de los campesinos contra los líderes locales se hicieron habituales. La mayor integración de sus gobiernos con la fe islámica hizo que el pueblo, mayoritariamente hinduista, se sintiera cada vez más lejos del emperador.
Aurangzeb no sólo prohibió la construcción de nuevos templos hinduistas sino que destruyó un gran número de los existentes. Como fundamentalista prohibió la música en la corte, abolió las ceremonias y persiguió a los sikhs en Punjab. Todas estas medidas hicieron que, aún antes de su muerte, quedara en evidencia que el poder iba pronto a cambiar de manos. Los sucesores de Aurangzeb tuvieron cortos reinados. Los mogoles tuvieron que pactar la paz con el ejército Maratha. Los persas y afganos invadieron Delhi en 1739, llevándose consigo numerosos tesoros.
Fuente: Wikipedia
Filed under: Cultura, Historia, Personajes | Tagged: Gengis Kan |
para defender ideales ay que sacrificar una vida o mas
Me gustaMe gusta