66 fotografías aéreas muestran el suelo como el tablero de un juego de mesa. Flechas en tinta roja apuntan a los objetivos. Una elección aleatoria, práctica y fría. Los pilotos nazis habían ido a España a ganar dinero y salir del tedio. Podían volar hasta las marcas, descargar las bombas y volver para la hora de comer.
En el terreno real de aquellas fotos estaban en plena Guerra Civil pero el frente quedaba lejos y no eran objetivo militar. Así que los habitantes de cuatro diminutos pueblos del interior de Castellón en zona republicana seguían a lo suyo: El ganado y el campo. Entonces aparecieron los ‘Stuka’. Murieron 38 vecinos. Jamás sospecharon que eran víctimas de un experimento nazi.
75 años después un informe encontrado en el archivo militar de Friburg, Alemania, explica qué pasó en Benassal, Ares, Vilar de Canes y Albocàsser. 66 fotografías. Los oficiales nazis se tomaron muchas molestias en documentarlo todo. Había una razón.
Los pilotos pertenecían a la Legión Cóndor, enviada por Hitler para ayudar a Franco. Fijaron su base en La Sènia, Tarragona. Pero tenían la orden de calibrar si los tres bombarderos Junker 87A que trajeron aguantarían con una nueva bomba de 500 kilos, el doble que las lanzadas hasta entonces. El nuevo avión era más conocido como ‘Stuka’ y se desplomaban en picado sobre los objetivos El experimento sería determinante en la decisión alemana de apostar por los ‘Stuka’ para la aún insospechada Segunda Guerra Mundial.
Filed under: Guerra Civil española, Nazis, Uncategorized | Tagged: Stukas |
Responder