El Euro (€) cumple hoy 10 años

euros1El euro es la moneda única que comparten actualmente 16 (desde hoy) Estados miembros de la Unión Europea, que forman la zona del euro. La introducción del euro en 1999 fue un importante paso hacia la integración europea. También constituye uno de sus principales éxitos: aproximadamente 320 millones de ciudadanos de la UE lo emplean actualmente como moneda y disfrutan de sus ventajas, que se seguirán extendiendo a medida que otros países de la UE vayan adoptando el euro.

Al introducirse el 1 de enero de 1999, el euro se convirtió en la nueva moneda oficial de 11 Estados miembros, sustituyendo a las antiguas monedas nacionales (tales como el marco alemán o el franco francés) en dos etapas. En primer lugar se introdujo como moneda virtual para los pagos no efectuados en efectivo y con fines contables, mientras que las antiguas monedas siguieron empleándose en los pagos en efectivo, siendo consideradas como divisiones del euro. Posteriormente, el 1 de enero de 2002, el euro apareció físicamente, en forma de billetes y monedas.

El euro no es la moneda de todos los Estados miembros. Dos países (Dinamarca y el Reino Unido) han optado por la cláusula de «exclusión voluntaria» contemplada en el Tratado, que les exime de participar en la zona del euro, mientras que el resto (muchos de los nuevos Estados miembros más Suecia) todavía no cumplen las condiciones para adoptar la moneda única. Una vez que lo hagan, sustituirán su moneda nacional por el euro.

Fechas de introducción del euro en los Estados miembros:

1999 Bélgica, Alemania, Irlanda, España, Francia, Italia, Luxemburgo, Países bajos, Austria, Portugal y Finlandia

2001 Grecia

2002 Introducción de los billetes y monedas en euros

2007 Eslovenia

2008 Chipre y Malta

2009 Eslovaquia

El euro y la Unión Económica y Monetaria

Todos los Estados miembros de la UE forman parte de la Unión Económica y Monetaria (UEM), la cual puede definirse como una fase avanzada de integración económica basada en un mercado único que implica una estrecha coordinación de las políticas económicas y fiscales y, en el caso de los países que cumplen ciertas condiciones, una política monetaria única y una moneda única: el euro.

El proceso de integración económica y monetaria de la UE se desarrolla paralelamente a la propia historia de la Unión. Cuando se fundó la Comunidad Económica Europea en 1957, los Estados miembros se centraron en el establecimiento de un «mercado común». Con el tiempo resultó clara la necesidad de una cooperación económica y monetaria más estrecha para un mayor desarrollo y florecimiento del mercado interior. Sin embargo, el objetivo de lograr una plena unión económica y monetaria y una moneda única no se consagró hasta el Tratado de Maastricht de 1992 (Tratado de la Unión Europea). Dicho Tratado establecía las normas básicas para la introducción de la moneda única y determinaba los objetivos de la UEM, las responsabilidades de cada protagonista y las condiciones que deben cumplir los Estados miembros para poder adoptar el euro. Estas condiciones se conocen con el nombre de «criterios de convergencia» (o «criterios de Maastricht»), y consisten en una inflación baja y estable, un tipo de cambio estable y unas finanzas públicas saneadas.

¿Quién gestiona el euro?

Cuando el euro se hizo realidad, la política monetaria pasó a ser responsabilidad del Banco Central Europeo (BCE), entidad independiente creada a tal efecto, y de los bancos centrales nacionales de los Estados miembros que habían adoptado el euro. Juntos componen el Eurosistema.

La política fiscal (impuestos y gastos) sigue siendo competencia de los gobiernos nacionales, si bien éstos pueden adherirse a unas normas de hacienda pública establecidas de común acuerdo y englobadas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Los gobiernos nacionales también conservan la plena responsabilidad de sus políticas estructurales (empleo, pensiones y mercado de capitales), aunque acceden a coordinarlas con objeto de lograr los objetivos comunes de estabilidad, crecimiento y empleo.

¿Quién emplea el euro?

El euro es en la actualidad la moneda de los 320 millones de personas que viven en los 15 países de la zona del euro. También es utilizado, ya sea como moneda de curso legal o simplemente con fines prácticos, en una amplia serie de países (sobre todo en los países más próximos y en antiguas colonias de los Estados miembros).

Por lo tanto, no es sorprendente que el euro se haya convertido rápidamente en la segunda moneda internacional más importante, después del dólar, e incluso ha rebasado a la moneda estadounidense en algunos aspectos (por ejemplo, en lo que se refiere al valor del efectivo en circulación).

¿Por qué necesitamos el euro?

Además de facilitar los viajes, una moneda única es un elemento muy positivo desde el punto de vista económico y político. El marco en el que se gestiona el euro hace de éste una moneda estable con un bajo nivel de inflación y bajos tipos de interés y promueve una hacienda pública saneada. Una moneda única también es un complemento lógico del mercado único, cuya eficiencia aumenta. El empleo de una moneda única aumenta la transparencia de los precios, elimina los costes de cambio de moneda, mejora el funcionamiento de la economía europea, facilita el comercio internacional y dota a la UE de una voz más poderosa en los foros internacionales. Asimismo, la dimensión y la fortaleza de la zona del euro la protegen frente a perturbaciones económicas exteriores, tales como subidas inesperadas del precio del petróleo o turbulencias de los mercados de cambios.

Finalmente, hay que señalar el importante hecho de que el euro da a los ciudadanos de la UE un símbolo tangible de su identidad europea, de la que pueden sentirse cada vez más orgullosos a medida que la zona del euro crece e incrementa estas ventajas para sus miembros actuales y futuros.

Billetes y monedas en euros

La introducción del euro —en primer lugar como moneda contable en 1999 y posteriormente mediante billetes y monedas en 2002— constituye uno de los logros más destacados de la Unión Europea. Los billetes y monedas en euros han entrado ya en la vida cotidiana de los ciudadanos y son una realidad comercial.

Tras años de planificación y preparación hasta encontrar un diseño del euro que representase un equilibrio entre atractivo estético, dimensiones prácticas y características de seguridad adecuadas, se llegó a los siete billetes y las ocho monedas que se introdujeron en enero de 2002.

Los billetes presentan el mismo diseño en todos los países de la zona del euro, mientras que las monedas tienen un diseño común en una cara y un diseño propio de cada país en la otra.

El Banco Central Europeo tiene el derecho exclusivo de autorizar la emisión de billetes en euros por los bancos centrales nacionales de la zona del euro, que comparten la responsabilidad de emitirlos y ponerlos en circulación. Las monedas son emitidas por los Estados miembros de la zona del euro, con unos volúmenes aprobados cada año por el BCE, y su acuñación se encarga a las fábricas de la moneda nacionales.

Inspiración griega y latina

Como cualquier moneda, el euro tiene un nombre y un símbolo:

  • El nombre —el euro— fue elegido por el Consejo Europeo reunido en Madrid en 1995 en el marco de los preparativos de la moneda única.
  • El símbolo del euro (€) se inspiró en la letra griega epsilón (Є). También representa la primera letra de la palabra «Europa» en el alfabeto latino, mientras que las dos líneas paralelas significan estabilidad. La Comisión Europea organizó un concurso interno para seleccionar el símbolo del euro. Se consideraron aproximadamente 30 propuestas —10 de las cuales se pusieron a prueba ante el público— y el diseño final fue seleccionado en 1995 por el entonces presidente de la Comisión, Jacques Santer, y el Comisario Yves Thibault de Silguy a partir de dos propuestas finalistas.

Formas y tamaños

Los diferentes tamaños, colores y relieves de los billetes en euros ayudan a los ciudadanos— incluidas las personas con discapacidades visuales— a reconocer las distintas denominaciones. Los billetes tienen siete denominaciones diferentes: 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 euros. Los billetes tienen varias características de seguridad, tales como una marca de agua, un hilo de seguridad y un holograma, con el fin de evitar la falsificación y ayudar a reconocer los auténticos billetes.

Para las monedas también se diseñaron especificaciones técnicas avanzadas que hacen extremadamente difícil su reproducción ilegal, especialmente en el caso de las monedas de 1 y 2 euros. Las denominaciones de las monedas se distinguen entre sí por el tamaño, el color y el grosor. Hay ocho denominaciones diferentes: 1, 2, 5, 10, 20 y 50 céntimos y 1 y 2 euros.

¿Por qué el euro?

El euro se creó porque una moneda única ofrece muchas ventajas en comparación con la situación anterior en la que cada Estado miembro tenía su propia moneda. No sólo desaparecen los riesgos de fluctuación y los costes de cambio y se refuerza el mercado único, sino que además el euro implica una cooperación más intensa entre Estados miembros en aras de una moneda y una economía estables, lo que redunda en beneficio de todos nosotros.

Cuando se fundó la UE en 1957, los Estados miembros se centraron en construir un mercado común para la actividad comercial. Sin embargo, con el tiempo resultó evidente que se necesitaba una mayor cooperación económica y monetaria para el desarrollo y florecimiento del mercado interior y para que la economía europea alcanzase mejores resultados, proporcionando más empleo y una mayor prosperidad a los ciudadanos europeos. En 1991, los Estados miembros aprobaron el Tratado de la Unión Europea (Tratado de Maastricht) y decidieron que Europa tendría una moneda fuerte y estable para en el siglo XXI.

Las ventajas del euro son diversas y los ciudadanos, las empresas y las economías en su conjunto las perciben en diferente grado. Entre estas ventajas cabe destacar:

  • Mayores posibilidades de elección y unos precios más estables para los consumidores y los ciudadanos
  • Más seguridad y más oportunidades para las empresas y los mercados
  • Mayor estabilidad y crecimiento económicos
  • Mercados financieros más integrados
  • Mayor peso de la UE en la economía mundial
  • Signo tangible de la identidad europea

Muchas de estas ventajas están interrelacionadas. Por ejemplo, la estabilidad económica, que es positiva para la economía de un Estado miembro ya que permite al Gobierno planificar el futuro, también beneficia a las empresas, dado que reduce la incertidumbre y las estimula a invertir. Ello, a su vez, redunda en beneficio de los ciudadanos, en forma de un mayor volumen de empleo y unos puestos de trabajo de más calidad.

¿Cómo se manifiestan estas ventajas del euro?

La moneda única proporciona nuevas oportunidades derivadas de la integración y la escala de la economía de la zona del euro, lo que aumenta la eficiencia del mercado único.

Antes de la introducción del euro, la necesidad de realizar operaciones de cambio de moneda implicaba riesgos y costes adicionales y una falta de transparencia en las transacciones transfronterizas. Al existir una moneda única, resulta menos costoso y menos arriesgado realizar actividades comerciales en la zona del euro.

La posibilidad de comparar fácilmente los precios estimula el comercio transfronterizo y la inversión para todos los agentes económicos, desde los consumidores, que buscan productos al más bajo coste, pasando por las empresas, que adquieren servicios más rentables, hasta los grandes inversores institucionales, que pueden invertir más eficientemente en toda la zona del euro sin soportar el riesgo de unos tipos de cambio fluctuantes. En la zona del euro hay un gran mercado integrado en el que se utiliza la misma moneda.

Ventajas a escala mundial

El alcance de la moneda única y la dimensión de la zona del euro también proporcionan nuevas oportunidades a la economía mundial. Una moneda única hace de la zona del euro una zona atractiva para los operadores económicos de terceros países, fomentando así el comercio y la inversión. La prudente gestión económica hace del euro una atractiva moneda de reserva para terceros países y confiere a la zona del euro un mayor peso en la economía mundial.

La escala de la zona del euro y una gestión prudente también proporcionan estabilidad económica a esta zona, haciéndola más resistente a los cambios económicos repentinos que puedan aparecer fuera de la zona del euro y perturbar la evolución de las economías nacionales, tales como subidas del precio de petróleo a nivel mundial o turbulencias en los mercados de cambios mundiales. El tamaño y la fortaleza de la zona del euro le confieren más capacidad para absorber dichas perturbaciones exteriores sin sufrir pérdidas de empleo o reducciones del crecimiento.

Obtención de las ventajas

El euro no proporciona estabilidad y crecimiento económicos por sí mismo. Esto se consigue, en primer lugar, con una gestión adecuada de la economía de la zona del euro siguiendo las normas del Tratado y del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), que constituye un elemento esencial de la Unión Económica y Monetaria (UEM). En segundo lugar, como mecanismo fundamental para intensificar las ventajas del mercado único, de la política comercial y de la cooperación política, el euro forma parte integrante de las estructuras económicas, sociales y políticas de la Unión Europea actual.

Unión Económica y Monetaria

La Unión Económica y Monetaria (UEM) representa un paso importantísimo hacia la integración de las economías de la UE e implica la coordinación de las políticas económicas y fiscales, una política monetaria común y una moneda común, el euro. Aunque los 27 Estados miembros de la UEM participan en la unión económica, algunos países han alcanzado un mayor grado de integración y han adoptado el euro. Estos países forman la zona del euro.

La decisión de formar una Unión Económica y Monetaria fue tomada por el Consejo Europeo en la ciudad neerlandesa de Maastricht en diciembre de 1991, recogiéndose posteriormente en el Tratado de la Unión Europea (Tratado de Maastricht). Con la Unión Económica y Monetaria, la UE da un paso más en su proceso de integración económica, que se inició en 1957 con su fundación.

La integración económica proporciona a la economía de la UE en su conjunto y a las economías de los distintos Estados miembros las ventajas de una dimensión, una eficiencia interna y una solidez mayores, lo que, a su vez, permite un incremento de la estabilidad económica, del crecimiento y del empleo, que beneficia directamente a los ciudadanos europeos.

Desde el punto de vista práctico, la UEM significa:

  • La coordinación de las políticas económicas de los Estados miembros
  • La coordinación de las políticas fiscales, especialmente imponiendo límites máximos a la deuda y el déficit públicos
  • Una política monetaria independiente aplicada por el Banco Central Europeo (BCE)
  • Una moneda única y la zona del euro

Gobernanza económica en el marco de la UEM

En la UEM no existe una única institución responsable de la política económica, sino que comparten esta responsabilidad los Estados miembros y las instituciones de la UE. Los principales protagonistas de la UEM son:

  • El Consejo Europeo establece las principales orientaciones de la política económica<:li>
  • El Consejo de la UE (el «Consejo») coordina la política económica de la UE y decide si un Estado miembro puede adoptar el euro
  • El «Eurogrupo» coordina las políticas de interés común para los Estados miembros de la zona del euro
  • Los Estados miembros establecen sus presupuestos nacionales, dentro de los límites acordados para el déficit y la deuda, y determinan sus propias políticas estructurales en materia de empleo, pensiones y mercado de capitales
  • La Comisión Europea realiza un seguimiento del cumplimiento y los resultados
  • El Banco Central Europeo establece la política monetaria, con el objetivo primordial de la estabilidad de precios

¿Qué se entiende por «integración económica»?

Generalmente, la unión económica y monetaria constituye una etapa avanzada del proceso de integración económica. En el proceso de integración económica pueden distinguirse seis etapas:

  • Zona de comercio preferencial (reducción de aranceles aduaneros entre determinados países).
  • Zona de libre comercio (supresión de aranceles sobre algunos o todos los bienes entre los países participantes).
  • Unión aduanera (aplicación de aranceles aduaneros comunes a terceros países y una política comercial común).
  • Mercado único (con reglamentaciones comunes de los productos y libertad de circulación de bienes, capital, trabajo y servicios).
  • Unión económica y monetaria (mercado único con una moneda y una política monetaria comunes).
  • Integración económica completa (todo lo anterior más la armonización de la política fiscal y otras políticas económicas).

Cuando en 1958 se fundó la Unión Europea, entonces llamada Comunidad Económica Europea, el objetivo era crear una unión aduanera y un mercado común para la agricultura. Posteriormente, este limitado mercado común se amplió para abarcar también los bienes y servicios dentro del mercado único, que ya se había realizado en gran medida en 1993. Actualmente, la Unión Europea se encuentra en la quinta etapa del proceso. La progresiva integración económica no se inició con la decisión de crear el euro: se trata de un largo proceso que forma parte de la historia de la UE y constituye uno de sus logros fundamentales.

Adopción del euro

La Unión Europea crece a medida que los países candidatos cumplen las condiciones de adhesión e ingresan en la misma (este proceso se conoce con el nombre de «ampliación»). De forma similar, la zona del euro se va ampliando a medida que los Estados miembros de la UE no participantes en la misma cumplen las condiciones de adhesión y adoptan el euro.

La zona del euro está formada por los Estados miembros de la UE que han adoptado la moneda única. La zona del euro no es estática: de conformidad con el Tratado, todos los Estados miembros de la UE deberán ingresar en la misma una vez que cumplan las condiciones necesarias, a excepción de Dinamarca y el Reino Unido, que han negociado una cláusula de «exclusión voluntaria» que les permite mantenerse al margen de la zona del euro.

Los nuevos Estados miembros, que ingresaron en la Unión en 2004 y 2007, se espera que ingresen en la zona del euro a lo largo de varios años, a medida que vayan cumpliendo las condiciones necesarias. El proceso se inició el 1 de enero de 2007, cuando Eslovenia se convirtió en el primer país en adoptar el euro de los diez Estados miembros que entraron en la UE en la ampliación de 2004. El 10 de julio de 2007, el Consejo decidió que Chipre y Malta deberán adoptar el euro el 1 de enero de 2008.

También se espera que Suecia ingrese en la zona del euro en el futuro, pero aún no cumple las condiciones necesarias.

Ampliación progresiva, integración progresiva

Un país candidato a la adhesión a la Unión debe alinearse en muchos aspectos sociales, económicos y políticos con los Estados miembros de la UE. Este alineamiento está encaminado en gran medida a garantizar que el país en vías de adhesión pueda operar con éxito en el mercado único de bienes, servicios, capital y trabajo de la Unión. La adhesión implica un proceso de integración.La adopción del euro y el ingreso en la zona del euro suponen un mayor grado de integración con los otros Estados miembros de dicha zona. La adopción del euro también requiere amplios preparativos, especialmente la convergencia económica y jurídica.

Preparación de la adhesión

Antes de que un Estado miembro pueda adoptar el euro, debe cumplir determinados criterios económicos y jurídicos. Los «criterios de convergencia» económica están diseñados para garantizar que la economía de un Estado miembro esté suficientemente preparada para adoptar la moneda única y pueda integrarse de forma armónica en el régimen monetario de la zona del euro. La convergencia jurídica requiere que la legislación nacional, particularmente la relativa al banco central nacional y a cuestiones monetarias, sea compatible con el Tratado.

La sustitución de una moneda nacional por el euro constituye una operación de gran envergadura que requiere muchos preparativos prácticos, tendentes, por ejemplo, a garantizar que la moneda nacional se retira rápidamente, que los precios de los bienes se convierten y presentan de forma adecuada y que se mantiene bien informados a los ciudadanos. Todos estos preparativos dependen del particular «escenario de transición al euro» que adopte el país candidato a ingresar en la zona del euro. De la primera introducción del euro se ha obtenido una experiencia significativa, que redunda en beneficio de los países que desean actualmente adherirse a la zona del euro. La Comisión Europea ofrece considerable ayuda y asesoramiento a los países candidatos a ingresar en la zona del euro.

Mecanismo de tipos de cambio (MTC II)

Algunos países no participantes en la zona del euro ya son miembros del mecanismo de tipos de cambio (MTC II). Éste es un sistema encaminado a evitar fluctuaciones excesivas del tipo de cambio entre las monedas participantes y el euro que puedan perturbar la estabilidad económica dentro del mercado único. La participación es voluntaria, pero al mismo tiempo constituye uno de los «criterios de convergencia»: para poder adoptar el euro, los países candidatos a ingresar en la zona del euro deben haber participado en dicho mecanismo sin sufrir tensiones graves durante como mínimo dos años.

Su país y el euro

europa-euroSaber qué países de la Unión Europea han adoptado el euro, cuáles están en vías de adoptarlo y cuáles han negociado una cláusula de «exclusión voluntaria» no es tan fácil como pueda parecer. En esta sección se pretende ofrecer una rápida visión global de la situación de los distintos Estados miembros de la UE en relación con el euro, así como información básica y enlaces que pueden ser de utilidad.

Estados miembros de la zona del euro
Estados miembros que aún no han adoptado el euro
Estados miembros de la UE acogidos a una cláusula de exención

El euro en el mundo

Además de ser la moneda de la zona del euro, el euro tiene gran peso a nivel internacional. Las monedas son el medio a través del cual la riqueza se acumula, se conserva y se intercambia entre países, organizaciones y personas. Una moneda de gran proyección internacional, como el euro, realiza estas funciones a escala mundial. Desde su introducción en 1999, se ha convertido en una importante moneda en las transacciones internacionales, sólo superada por el dólar estadounidense.

Dentro de la zona del euro, la moneda única, el euro, es el medio que emplean los gobiernos, empresas y particulares para el pago y el cobro de bienes y servicios. También se emplea para acumular y crear riqueza para el futuro a través del ahorro y la inversión. Por otra parte, el tamaño, la estabilidad y la solidez de la economía de la zona del euro —segunda economía más grande del mundo, después de la estadounidense— hace cada vez más atractivo el euro, incluso fuera de sus fronteras.

Los sectores público y privado de terceros países adquieren y utilizan el euro con diversos fines, en particular para transacciones comerciales y como moneda de reserva. Por esta razón, el euro es actualmente la segunda moneda internacional más importante después del dólar estadounidense.

La extendida utilización del euro en el sistema financiero y monetario internacional demuestra su gran presencia a escala mundial:

  • El euro se emplea cada vez más en todo el mundo en las emisiones de deuda pública y de deuda de las empresas. A final de 2006, el euro representaba aproximadamente una tercera parte del mercado internacional de deuda, mientras que el dólar representaba el 44%.
  • Los bancos con proyección mundial conceden un gran volumen de préstamos denominados en euros por todo el mundo.
  • El euro es la segunda moneda más negociada en los mercados de divisas, utilizándose en aproximadamente el 40% de las transacciones diarias.
  • El uso del euro es extendido en facturaciones y pagos del comercio internacional, no sólo entre la zona del euro y terceros países, sino también, aunque en menor medida, entre terceros países.
  • El euro se utiliza ampliamente, junto con el dólar, como importante moneda de reserva para poder afrontar posibles emergencias monetarias. Al final de 2006, más de la cuarta parte de las reservas de divisas a nivel mundial se mantenían en euros, frente al 18% registrado en 1999. Los países en desarrollo se encuentran entre los países que más han aumentado su reservas en euros, que pasaron del 18% en 1999 a alrededor del 30% en 2006.
  • Varios países gestionan sus monedas vinculándolas al euro, que actúa como moneda ancla o de referencia.

El estatus del euro como moneda mundial, junto con el tamaño y el peso económico de la zona del euro, están llevando cada vez más a las organizaciones económicas internacionales, tales como el FMI y el G-8, a considerar la economía de la zona del euro como una entidad. Esto permite a la Unión Europea tener una mayor influencia en los foros internacionales.

Para beneficiarse de este mayor peso, y contribuir eficazmente a la estabilidad financiera internacional, la zona del euro está hablando cada vez más con una sola voz en importantes foros económicos internacionales.

Ello es el resultado de una estrecha coordinación entre los Estados miembros de la zona del euro, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea durante las reuniones económicas internacionales.

Algunos terceros países y regiones están más estrechamente vinculados al euro. El estable sistema monetario del euro hace de éste una atractiva «moneda ancla» para ellos, especialmente para aquellos que tienen acuerdos institucionales especiales con la UE, tales como acuerdos comerciales preferenciales. Al vincular su moneda al euro, estos países transmiten más certidumbre y estabilidad a sus economías nacionales.

El euro también se emplea ampliamente en terceros países y regiones vecinos de la zona del euro, como, por ejemplo, en el Sureste de Europa, mientras que otros países —Mónaco, San Marino y la Ciudad del Vaticano— lo utilizan como moneda oficial en virtud de acuerdos monetarios específicos celebrados con la UE y pueden emitir sus propias monedas en euros dentro de determinados límites cuantitativos.

Informar sobre el euro

El paso a una nueva moneda afecta a muchos aspectos de la vida diaria del ciudadano. Por ello, una información oportuna y eficaz es una tarea esencial para cualquier Estado miembro que se proponga introducir el euro, y la experiencia demuestra que esta información es fundamental para el éxito de la transición.

Sin embargo, la tarea de información no termina una vez que los billetes y monedas en euros se encuentran en el bolsillo de los ciudadanos, ya que el éxito de la moneda única también depende de que se explique adecuadamente a los ciudadanos sus ventajas y cómo funciona.

Antes, durante y después

La información desempeña un papel fundamental para reforzar la confianza de los consumidores y es un importante complemento de las medidas adoptadas con objeto de garantizar la transparencia y una conversión justa de precios antes de la transición y durante la misma. Entre estas medidas cabe citar los acuerdos de precios justos celebrados entre las autoridades nacionales y las empresas y los regímenes de control de los precios encaminados a garantizar que la falta de familiaridad de los consumidores con la nueva moneda no sea aprovechada por las empresas para obtener ganancias injustificadas.

Las campañas informativas sobre la introducción del euro deben procurar garantizar que los ciudadanos puedan reconocer y utilizar la nueva moneda con plena confianza. Ello implica diseñar los mensajes de forma que lleguen a cada ciudadano, en particular a los más vulnerables, tales como las personas de edad, las personas discapacitadas y las minorías lingüísticas. Por último, al igual que cuando se aprende una nueva lengua, la gente debe poder «pensar» en euros y entender los valores en euros sin tener que hacer la conversión a la antigua moneda nacional. La información ayuda a los ciudadanos a asimilar este nuevo «lenguaje» y a identificarse con la nueva moneda.

Identificarse con la nueva moneda significa apoyarla, y el apoyo de los ciudadanos es otro factor fundamental para el éxito de la moneda única y de su marco político, que es la Unión Económica y Monetaria. Para obtener este apoyo es necesario explicar las ventajas del euro y el funcionamiento de la UEM. Por consiguiente, la labor de información no termina al final del proceso de transición, sino que debe prolongarse hasta mucho después de la sustitución de la antigua moneda.

Trabajar juntos en asociación

En 2004, la Comisión adoptó una Comunicación relativa a la aplicación de una estrategia de información y comunicación sobre el euro y la Unión Económica y Monetaria (COM(2004) 552 final), que reconoce la necesidad de consolidar el apoyo de las autoridades públicas en los países de la zona del euro y de ayudar a los nuevos Estados miembros a lograr una transición armónica en el momento oportuno.

Uno de los principios directores de la estrategia es el de descentralización y subsidiariedad: dado que la información es más eficaz cuando se realiza a nivel nacional, los Estados miembros tienen un papel preponderante en el diseño y aplicación de la campaña informativa sobre la introducción del euro en su país, aunque pueden contar con el apoyo técnico y financiero de la Comisión, que lo proporciona en el marco de los denominados acuerdos de asociación.

Los acuerdos de asociación son asociaciones operativas voluntarias creadas entre la Comisión y aquellos países de la UE que tienen previsto introducir el euro en breve y han adoptado una estrategia de información sobre el euro. En el marco de estas asociaciones, la Comisión cofinancia actividades específicas integrantes de la estrategia, tales como encuestas entre los ciudadanos, envío de correspondencia directa, campañas publicitarias, publicaciones, sitios web, conferencias o líneas telefónicas directas de información sobre el euro, y proporciona apoyo técnico y orientación. Los primeros acuerdos de asociación fueron firmados en noviembre de 2005 con Estonia, Lituania y Eslovenia. En mayo de 2006 se firmaron acuerdos de asociación con Chipre y Malta y se espera que Eslovaquia sea el próximo país que celebre uno de estos acuerdos, a final de 2007.

Serie completa de actividades

Por su parte, la Comisión realiza una serie de actividades, con dos objetivos globales: aumentar el conocimiento que tienen los ciudadanos del euro y su apoyo al mismo en aquellos países en los que ya es la moneda oficial y ayudar en sus preparativos a los miembros de la UE que adoptarán el euro en el futuro.

  • La Comisión realiza un seguimiento del estado de la opinión pública mediante las encuestas del Eurobarómetro, que se realizan una vez al año en la zona del euro y dos veces al año en los nuevos países de la UE. Los resultados se publican en el sitio web «Europa».
  • La Comisión contribuye al establecimiento de «programas de hermanamiento» entre países de la zona del euro y países no pertenecientes a la misma a fin de fomentar la transferencia de conocimientos y experiencia sobre los preparativos prácticos. Desde 2005 se han desarrollado 10 programas de hermanamiento.
  • En 2006, en 10 de los nuevos Estados miembros se creó una red de conferenciantes independientes sobre cuestiones relacionadas con el euro («Equipo del euro»), que actúan como embajadores del euro en su respectivos países, sin tener vínculos institucionales o financieros con la Comisión.
  • Con el fin de satisfacer una demanda creciente de conferenciantes especializados en cuestiones relacionadas con el euro, la Comisión también ha creado, en Bruselas, un grupo de funcionarios de las instituciones europeas que pueden realizar presentaciones sobre el euro a grupos de estudiantes, visitantes y audiencias especializadas.
  • Por último, la Comisión desarrolla sus propios productos, tales como publicaciones y sitios web, y organiza conferencias, seminarios y exposiciones itinerantes, tanto para los países de la zona del euro como para los países no pertenecientes a la misma.

Todas las actividades de la Comisión, desde las asociaciones hasta sus propias publicaciones, quedan cubiertas por el presupuesto del Programa de información del ciudadano europeo (programa PRINCE), establecido en 1996 para garantizar la asignación de fondos a actividades de información prioritarias, tales como las relativas al euro. La Comisión informa dos veces al año al Parlamento Europeo acerca de las actividades financiadas por la parte del presupuesto del programa PRINCE asignada al euro y a la UEM.

Fuente: European Comunity

Common sides

Euro coins have one common side with the same designs across all euro-area countries, and a national side designed by each participating country. The common sides of the euro coins show three different maps of Europe, with a background including the 12 stars of the European Union.

The design of the common sides of the 10, 20 and 50 cent and 1- and 2-euro coins has been modified during 2007 to reflect the enlargement of the EU in 2004. The new common designs are being introduced progressively as from 2007, and will become mandatory for all new coin production from 2008.

Clear image of common sides of each € coin
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New design

€2

Diameter: 25.75mm.
Thickness: 2.20mm.
Weight: 8.50g.
Shape: round.
Colour: outer white/inner yellow.
Composition: outer copper-nickel/inner three layered.
Edge: edge lettering/fine milled.

Clear image of common sides of each € coin

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New design

€1

Diameter: 23.25mm.
Thickness: 2.33mm.
Weight: 7.50g.
Shape: round.
Colour: outer part yellow/inner white.
Composition: outer nickel-brass/inner three layered.
Edge: interrupted/milled.

Clear image of common sides of each € coin

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New design

50 cent

Diameter: 24.25mm.
Thickness: 2.38mm.
Weight: 7.80g.
Shape: round.
Colour: yellow.
Composition: Nordic gold.
Edge: shaped with fine scallops.

Clear image of common sides of each € coin

Clear image of common sides of each € coin

New design

20 cent

Diameter: 22.25mm.
Thickness: 2.14mm.
Weight: 5.74g.
Shape: Spanish flower shape.
Colour: yellow.
Composition: Nordic gold.
Edge: plain.

Clear image of common sides of each € coin

Clear image of common sides of each € coin

New design

10 cent

Diameter: 19.75mm. Thickness: 1.93mm.
Weight: 4.10g.
Shape: round.
Colour: yellow.
Composition: Nordic gold.
Edge: shaped with fine scallops.

Clear image of common sides of each € coin

5 cent

Diameter: 21.25mm.
Thickness: 1.67mm.
Weight: 3.92g.
Shape: round.
Colour: red.
Composition: copper-covered steel.
Edge: smooth.

Clear image of common sides of each € coin

2 cent

Diameter: 18.75mm.
Thickness: 1.67mm.
Weight: 3.06g.
Shape: round.
Colour: red.
Composition: copper-covered steel.
Edge: smooth with a groove.

Clear image of common sides of each € coin

1 cent

Diameter: 16.25mm.
Thickness: 1.67mm.
Weight: 2.30g.
Shape: round.
Colour: red.
Composition: copper-covered steel.
Edge: smooth

Cómo son los billetes del euro

Anversos

Reversos


Billete de 5 euros

Anverso del un billete de 5 euros Reverso de un  Billete de 5 Euros
Denominación del billete (euros): 5
Tamaño: 120 x 62 mm
Color: Gris
Equivalencia en pesetas (aproximada): 834 ptas.
Período arquitectónico representado en el billete: Clásico

Billete de 10 euros

Anverso de un  Billete de 10 Euros Reverso de un  Billete de 10 Euros
Denominación del billete (euros): 10
Tamaño: 127 x 67 mm
Color: Rojo
Equivalencia en pesetas (aproximada): 1.664 ptas.
Período arquitectónico representado en el billete : Románico

Billete de 20 euros

Anverso de un  Billete de 20 Euros Reverso de un  Billete de 20 Euros
Denominación del billete (euros): 20
Tamaño: 133 x 72 mm
Color: Azul
Equivalencia en pesetas (aproximada): 3.328 ptas.
Período arquitectónico representado en el billete : Gótico

Billete de 50 euros

Anverso de un  Billete de 50 Euros Reverso de un  Billete de 50 Euros
Denominación del billete (euros): 50
Tamaño: 140 x 77 mm
Color: Naranja
Equivalencia en pesetas (aproximada): 8.319 ptas.
Período arquitectónico representado en el billete : Renacimiento

Billete de 100 euros

Anverso de un  Billete de 100 Euros Reverso de un  Billete de 100 Euros
Denominación del billete (euros): 100
Tamaño: 147 x 82 mm
Color: Verde
Equivalencia en pesetas (aproximada): 16.639 ptas.
Período arquitectónico representado en el billete : Barroco y Rococó

Billete de 200 euros

Anverso de un  Billete de 200 Euros Reverso de un  Billete de 200 Euros
Denominación del billete (euros): 200
Tamaño: 153 x 82 mm
Color: Amarillo
Equivalencia en pesetas (aproximada): 33.277 ptas.
Período arquitectónico representado en el billete : La era del hierro y el cristal

Billete de 500 euros

Anverso de un  Billete de 500 Euros Reverso de un  Billete de 500 Euros
Denominación del billete (euros): 500
Tamaño: 160 x 82 mm
Color: Morado
Equivalencia en pesetas (aproximada): 83.193 ptas.
Período arquitectónico representado en el billete : Arquitectura moderna del Siglo XX
Por razones de seguridad, las ilustraciones no muestran todos los detalles ni los elementos de seguridad de los billetes del euro. El tamaño de las ilustraciones no se corresponde con el de los billetes.
Fuente de los billetes: Discapnet

2 respuestas

  1. Soy una nulidad, aún no soy capaz de pensar en euros, tengo que pasar a pesetas…

    Un beso.

    Me gusta

    • También soy de los que piensan en pesetas y si la cantidad es grande, en pesetas me doy cuenta de si es mucho o poco aunque en € ya me aclaro.
      Cosas de la edad, un beso.

      Me gusta

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